Catar, pensar, evolucionar es una experiencia que combina una charla de desarrollo personal con una cata de vinos, donde el vino actúa como metáfora de la vida, del cambio y de los distintos caminos que podemos recorrer.
La actividad se desarrolla en un formato cercano y relajado, pensada para reflexionar sobre qué pequeñas decisiones pueden ayudarnos a mejorar diferentes aspectos de nuestra vida: el ámbito personal, laboral, social o económico. No se trata de una charla técnica ni teórica, sino de un espacio para escuchar, observar y poner en contexto.
Durante la experiencia se catarán dos vinos de la misma variedad de uva, procedentes de islas diferentes y elaborados con procesos de vinificación distintos. Uno de ellos responde a un proceso sencillo y tradicional; el otro es un vino con más de veinte años de evolución. A través de la cata, sin entrar en detalles técnicos, el vino se convierte en un hilo conductor para hablar de tiempo, decisiones y evolución.
Una propuesta pensada para público adulto, en grupo reducido y en un ambiente cuidado, donde el vino acompaña como herramienta narrativa para la reflexión y el diálogo.
